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Concierto Didáctico Musical.

    “América”, “Sudamérica” o “Amerrique”, son algunos de los nombres que describe Iñíguez Piñeiro para referirse históricamente al nombre y decantación identitaria de “Nuestramérica”. Nuestra región cuenta con un lenguaje propio dado principalmente por nuestra idiosincrasia mestiza. Esta voz sudamericana se refleja en su música variopinta, diversa y multicultural que hermana las tradiciones mestizas, la ancestralidad de nuestros pueblos originarios, y la presencia pujante de la comunidad afro subyacente -sino solapada intencionalmente- en todas las expresiones del continente.
    Diversidad que confluye en el relato sonoro de nuestros pueblos, con su historia de luchas, de vencedores y vencidos, de opresiones y resignificaciones que nos invitan a la permanente reflexión sobre nuestra historia y el valor que posee la cultura como portadora de significados -siempre sujetas a un “redescubrir”- a través de su música.
    “Hay que influir en las nuevas generaciones desde una edad temprana, a partir de los tres o
    cuatro años, aunque más no sea para enseñar a los niños que existen lenguas diferentes y hacerles comprender la idea de diversidad.
    Habría que mostrarles que hay múltiples maneras de designar, por ejemplo, un conejo, y que los que no emplean la misma palabra que nosotros para hacerlo no son necesariamente bárbaros. Como la semiología se ocupa de todos los sistemas culturales y no sólo de las lenguas, los niños aprenderían además que hay modos de comer y de vestirse distintos de los suyos, y que cada sociedad posee comportamientos rituales específicos que revisten para ella un significado particular.”
    Pensar la diversidad, nos exige generar “diálogos interculturales sobre las diferentes concepciones de la dignidad humana, una reconstrucción cosmopolita y emancipadora de los derechos humanos que sea capaz de evitar sus actuales sesgos eurocéntricos y responder a las exigencias de nuestras sociedades culturalmente pluralistas y democráticas”
    Posicionarnos en clave de derecho implica el acceso a la educación, la libertad de asociación y de expresión; con estos medios se amplía el horizonte vital. Cada persona tiene el derecho de cuestionar las tradiciones de su pueblo. Pero para poder cuestionar será necesario primero conocerla.

    “La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.(Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural – 2001)
    Desde una mirada que garantiza el derecho, “la defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas que pertenecen a minorías y los de los pueblos indígenas. Nadie puede invocar la diversidad cultural para vulnerar los derechos humanos garantizados por el derecho internacional, ni para limitar su alcance.”


    Al tiempo que se garantiza la libre circulación de las ideas mediante la palabra y la imagen, hay que velar por que todas las culturas puedan expresarse y darse a conocer. La libertad de expresión, el pluralismo de los medios de comunicación, el plurilingüismo, la igualdad de acceso a las expresiones artísticas, al saber científico y tecnológico -comprendida su presentación en forma electrónica- y la posibilidad, para todas las culturas, de estar presentes en los medios de expresión y de difusión, son los garantes de la diversidad cultural.
    La herencia cultural es el patrimonio material e inmaterial de un pueblo o comunidad que ha sido legado para ser conservado y transmitido a las siguientes generaciones. Incluye creencias, saberes, expresiones artísticas, normas y valores, prácticas sociales, tradiciones y costumbres, lugares, objetos y cualquier otra expresión de la cultura.
    A través de la herencia cultural se expresa y representa el proceso histórico de formación y vida de un pueblo, porque es la síntesis visible y tangible de los elementos que lo caracterizan. En ella, se reproduce elementos asociados con el modo de vida, el sistema de valores, las creencias y las tradiciones de un pueblo.
    (Fuente: https://www.lifeder.com/herencia-cultural/)

    Fueron propósitos de esta instancia formativa:
    Reflexionar sobre la herencia patrimonial de los diferentes grupos identitarios que convergen en nuestra cultura.
    Poner en relieve la presencia de los diferentes elementos de las comunidades de pueblos originarios y afro dentro de nuestras expresiones locales o regionales.
    Pensar la cultura como una herramienta de resistencia al relato hegemónico colonial.
    Constituir a nuestras herencias culturales en relatos presentes que dan sentido a la cosmovisión que nos constituye.

    Un primer momento consistió en un «Encuentro didáctico musical con las infancias».
    Dirigido a los/las niños/as del Jardín de la Escuela Normal José María Torres.
    Dicho encuentro fue pensado con el fin de compartir desde la musicalidad la trascendencia e incidencia de los pueblos originarios en las producciones musicales actuales. Se compartieron aspectos vinculados a: los aerófonos precolombinos (quena, tarka, sikus) y el charango como instrumento mestizo, las especies musicales como la baguala, el carnavalito, bailecito, entre otros.

    Un segundo momento, estuvo consolidado por un Concierto didáctico musical.
    Destinado a los estudiantes del Último año de la Escuela Primaria y los estudiantes de la Escuela Secundaria Normal “J. M Torres”

    Dicha propuesta estuvo desarrollada de la siguiente manera:

    Exposición didáctica sobre el charango a cargo del músico Nicolás Faes Micheloud.

    Exposición didáctica sobre aerófonos andinos a cargo del músico Alfredo Arce.

    Exposición de los alumnos de la cátedra Músicas folclóricas y populares americanas. Interpretación de «Sikuriada»

    En el marco de la cátedra “músicas folklóricas y populares americanas” correspondiente al quinto año del profesorado universitario de música se han venido desarrollando actividades tendientes a la investigación de la práctica colectiva de un sistema musical denominado “sikureada” y en el cual los estudiantes han indagado su origen, características, y han recreado la construcción del sikus y su interpretación en tropa o sikuriada.

    Palabras de la docente Mabel Masutti, coordinadora de la Cátedra Abierta «Presencia afro latinoamericana y del litoral en la cultura argentina» de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (Fhaycs) de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) referidas a la comunidad afro en Paranà

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